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El trabajo que nos exige leer buenos libros tiene siempre un premio, tanto para el espíritu como para la inteligencia. Tómate un tiempo para pensar en los libros que te compres, o regales; porque a la hora de educar el paladar, en cuestión de lecturas no vale cualquier texto: hay que pararse a decidir con un mínimo de criterio, ya que todos llevan implícitos valores y moralejas. Por eso es tan importante que te esfuerces en hallar títulos adecuados, teniendo presente que lo más comercial no siempre es lo mejor. Continuamos, pues -en esta cuarta entrada-, por recomendarte novelas que siempre funcionan... porque poseen la curiosa semilla de crear lectores que amen los libros.